jueves, 7 de abril de 2011

Gambare nippon! Fuerza Japón!


Gambare nippon! がんばれ日
Fuerza Japón!
Siempre he tomado con mucha gracia cuando los mexicanos hacemos mofa de todo y todos, pensando que somos los únicos y que somos muy ingeniosos. Pero si alguien se atreve a hacer algún chiste de nosotros, nuestra escasa autoestima de identidad grupal se ve lastimada y brota en forma de protesta. La cólera desatada en el tortilla gate en el programa aquel de la televisión inglesa fue un ejemplo, cuando simultáneamente fluían sin freno chistes raciales sobre Kalimba.

Un blanco frecuente de nuestra “mordacidad” son los japoneses, hoy tristemente caídos en desgracia y quienes se levantaran con gloria del bache. Como siempre.

Japón es un imperio que data del siglo VII a. C,
México nació y se formo políticamente apenas en el siglo XIX pero por algún inexplicable motivo, existe quien piensa que son “curiosos” y penosamente los denominan chinos porque “todos son iguales” (ver Alicia Machado). Por favor… ¡existe más cultura japonesa en los mexicanos que mexicana en los japoneses!

Para muestra mil botones; Comer sushi es un deporte nacional sin el que no se explican las películas en casa. Nuestros taxis son Tsurus de Nissan y todos usamos relojes de cuarzo, inventados por Seiko. El reloj con calculadora de Casio fue un fenómeno social inolvidable. Existe un Nintendo en cada casa y las maquinitas arcade devoraron nuestros tokens. El karaoke nos cambio la vida de jueves a sábado y en la infancia todos fuimos al Karate. ¿Alguien ha tomado un tren en México? No tenemos. Allá se mueven en tren bala. Hello! Kitty, Keroppy, Pochacco, Pokemon, Sailor Moon, Los Super Campeones, Caballeros del Zodiaco y Dragon Ball: todos made in Japan.

El cúter esta en todos lados. El mítico disquete, cd´s, el dvd, y ahora el Blue ray forman parte del milagro diario de lo cotidiano.  El discman (furor de los 90) y las cámaras portátiles de video, sí, japoneses. Sony, Toshiba, Mitsubishi, Pioneer y JVC, adornan nuestros tv halls, mientras Mazda, Honda, Toyota y Suzuki nuestras cocheras.

Admiro a mis amigos japoneses que en 6 meses dominaron el español. Su gente se ha levantado de una guerra mundial perdida, 2 bombas atómicas y sismos idénticos o peores a los del ’85 en el Df. Las ciudades se reconstruyeron totalmente y brillan con luz propia. Tokio es alucinante y parece salido de una película futurista.

Hoy como ayer, Japón  renacerá y seguirá compartiéndole al mundo su luz; la del sol naciente.                      

 Joel H. Vázquez.

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